Acuerdo transaccional: 20 de marzo de 2018
Este es uno de los muchos o muchísimos casos que se dan como consecuencias del afán “ahorrador” de las Mutuas y de la Sanidad pública. Nos referimos a aquellos daños que se provocan por no prescribir pruebas médicas para confirmar diagnósticos.
Nuestro cliente, carpintero, se había clavado unas astillas en la mano. El médico de guardia se las extrajo manualmente y a los pocos días le dieron el alta médica sin la realización de ninguna prueba.
Al reincorporarse al trabajo la mano se hinchaba con el paso de las horas y los médicos no le dan explicación pero tampoco una solución.
Desperado acude a nosotros y nuestro perito solicita una ecografía, prueba simple, barata 50 € y que confirmó que dentro de la mano estaban incrustadas varias astillas. Por lo que tuvo que ser intervenido por una cirujana plástica.
Este grueso error fue reconocido por la Mutua en acto de conciliación previo al juicio y se aceptó una indemnización de 7.000 €.