Sentencia: 29 de mayo de 2013. Penal Lugo
Se imputaba a nuestro cliente un delito de lesiones imprudentes, solicitando una pena de dos años de prisión, multa de nueve meses con cuota diaria de 12 € e inhabilitación profesional, indemnización de 117.679 €, intereses y costas judiciales.
El trabajador se precipitó desde una altura de entre 3 y 4 metros por razones que no quedaron acreditadas al ceder uno de los tablones de la plataforma de un andamio. Una de las hipótesis que se manejaban era que el trabajador había saltado al andamio desde una ventana y que el pasador de seguridad del andamio había cedido.
El Juez acepta los argumentos de nuestra defensa y declara que no se cumplen los requisitos para condenar porque no existe una prueba mínima y consistente para constatar una negligencia u omisión con relevancia penal, pues no se han determinado ni siquiera con un mínimo rigor las causas del accidente y ni siquiera el tipo del andamio para poder determinar si necesitaría una barandilla de protección colectiva o si serían necesarios elementos de seguridad tipo arneses, cinturones o cascos.
Finalmente, resta valor al informe de la Inspección de trabajo por sus contradicciones e incongruencias, destacando que la subinspectora no fue testigo del accidente.