Nuestra cliente estaba siendo acosada por un vecino. Se celebraron cinco juicios de faltas en los que fue condenado por faltas leves de coacciones y vejaciones. Ante la insistencia de la conducta, se decide presentar una querella por un delito contra la integridad moral.
Se dictó una primera sentencia por el Juzgado de lo Penal en la que declaró probado, que se menoscabó la tranquilidad y sosiego de nuestra cliente por los ruidos, insultos, frases vejatorias, hacer ademanes de empujar por las escaleras, impedir el paso, seguirla por la calle, etc… todo ello creó una situación de angustia y se condenó al acusado a una pena de 6 meses de prisión.
Disconformes con dicha sentencia, se formula recurso ante la Audiencia Provincial de Lugo que estimando el recurso eleva la condena a 20 meses de prisión e impone el pago de las costas judiciales.
