El Servicio Andaluz de Salud ha acordado indemnizar el seguimiento negligente de un parto en el Hospital Comarcal Infanta Margarita de Cabra, en Córdoba, con 189.237 euros para los padres del niño, que falleció un día después de nacer.
La resolución de mala praxis médica llega después de comprobarse una falta de vigilancia de parte de los facultativos que llevó a un retraso en el diagnóstico que obligaba a una cesárea urgente.
Cuando la madre refirió un sangrado por vía vaginal después de haber llegado a la planta de maternidad, los profesionales sanitarios ignoraron sus solicitudes y quejas y demoraron varias horas en indicar pruebas que pudieran constatar el estado del bebé. Las señales patológicas en el bebé se comprobaron desde el primer registro cardiotopográfico, prueba que se realizó horas después del ingreso, ante lo cual «los sanitarios asumieron una actitud expectante, omisión que contribuyó al desenlace».
Transcurrieron 52 minutos desde el primer momento en que se manifestaron signos de la llamada pérdida de bienestar fetal hasta que se extrajo al feto, que nació en parada cardiorrespiratoria y se trasladó al Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, donde murió al día siguiente.
Un resultado tan trágico no es producto de una sola conducta negligente, sino a la existencia de un fallo profundo en la comunicación de los profesionales con la paciente cuando ella veía que el parto no iba bien, no tomándose en cuenta su criterio, sintiéndose la madre desprotegida y retrasando el diagnóstico.
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