El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha ratificado la condena al Sergas por la muerte de una mujer en agosto de 2020 tras haberse sometido a una cirugía de oído.
El Sergas tendrá que indemnizar con 172.000 euros al esposo de la víctima y a sus hijas al estimar que hubo una mala praxis en la asistencia sanitaria que le fue prestada a la mujer con motivo de una intervención en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
La paciente se sometió el 15 de junio de 2020, a los 74 años, a una cirugía «programada y muy meditada» por ella, que ya había sufrido una intervención anterior, cuando tenía 16 años, y el cirujano que la operó entonces le había dado indicaciones de que «nadie tocara ese oído».
La víctima utilizaba audífonos y durante años el servicio de otorrinolaringología le había ofrecido realizar intervenciones de oído para mejorar su calidad de vida, operaciones que la paciente había rechazado de forma insistente. Debido a que se estaba estrechando su conducto auditivo y eso le dificultaba utilizar los audífonos, se le ofreció una intervención, la meatoplastia, una técnica «de escaso riesgo, que no llega a tocar el conducto interno, pero que, en el presente caso, dados los antecedentes conocidos de la paciente, estaba contraindicada».
A la paciente se le transmitió «que el único riesgo que podía existir era que fuera fallida y siguiera sin poder ponerse los audífonos porque era muy sencilla y únicamente se trataba de ampliar el meato para poner el audífono».
En la intervención, se le realizó una incisión que provocó la salida de líquido raquídeo que comenzó a filtrarse y que, al no estar planificado, no consiguió cerrarse. Esto obligó a realizar una craneotomía por el equipo de neurocirugía que causó una hemorragia que llevó al fallecimiento de la mujer.