El Ayuntamiento y la aseguradora negaron la responsabilidad y los hechos afirmando que no existían testigos de la caída del peatón.
La sentencia, a pesar de ello, estima la reclamación de un accidente ocurrido a las 4:00 horas, cuando la persona caminaba sola por la calle con el fin de tirar la basura.
Considera acreditada la caída porque no existen contradicciones entre lo manifestado por el accidentado en la Policía Local y la declaración testifical de la odontóloga que le curo las lesiones bucales.
Quedó acreditado a través de fotografías, videos y un informe pericial que el pavimento estaba en muy mal estado con resaltes y baldosas que se movían.
“La médico odontóloga que lo atendió y le realizó el tratamiento, relató cómo le había explicado el paciente el accidente, que coincide con lo que manifestó ante la Policía Local y posteriormente en la reclamación en vía administrativa y en la demanda”.
Dice la sentencia “a pesar de que no consta que existieran testigos de lo sucedido, todos los datos a los que anteriormente se hizo referencia, permiten concluir que, en este caso, sí existe prueba suficiente del lugar exacto en el que se produce la caída y que fue consecuencia de las deficiencias de la acera y de las circunstancias especiales que concurrieron… tropezó con baldosas sueltas que no podían apreciarse, y el golpe fue directo contra el mentón (sin poder apoyar las manos para mitigar o evitar el impacto). La acera es estrecha de 1,44 metros (informe del perito y fotos del informe) por lo que difícilmente podrían ser esquivados”.
“Se aprecia nexo de causalidad entre el estado de la acera y la caída sufrida por el demandante sin que pueda apreciarse culpa exclusiva (ni compartida) de la conducta de éste. Las circunstancias del lugar, la hora y el momento en que se producen permiten concluir que no pudo apreciar ni ver que el tramo estaba deteriorado con diferentes losetas rotas y alguna suelta con diferencia de altura y que provocaron finalmente la caída”.
