La sentencia reconoce la mayor cantidad por los conceptos relacionados con la pérdida de calidad de vida de la mujer, que fue arrollada en un paso de cebra en 2017.
El juzgado de Primera Instancia ha reconocido a una mujer de 90 años, el derecho a ser indemnizada con 144.712 euros por la compañía que tenía asegurado el vehículo que la atropelló en diciembre de 2017. Esa cantidad, que será sensiblemente superior cuando se le sumen los intereses, recoge compensaciones por varios factores, si bien casi la mitad está ligada a la pérdida de calidad de vida y los gastos derivados de la misma.
La jueza acepta la práctica totalidad de la reclamación interpuesta por el abogado de la mujer, Cándido Álvarez Flores, que solicitaba 153.459 euros por lesiones temporales, secuelas, pérdida de calidad de vida, necesidad de ayuda de tercera persona y daño emergente sufridos a causa del siniestro. La compañía aseguradora, sin embargo, cuestionaba el alcance y valoración de las consecuencias dañosas del accidente, así como el perjuicio por pérdida de calidad de vida o la necesidad adecuar la vivienda o de la ayuda de una tercera persona, «por cuanto la demandante ya vivía con su hija«.
Tras escuchar los argumentos de las partes y a los diferentes peritos, la sentencia cifra en 22.598 euros la indemnización por los 412 días que la mujer tardó en curar, tras ser atropellada cuando tenía 85 años mientras cruzaba un paso de peatones.
Aún mayor es la cantidad que deberá pagar la aseguradora en concepto de secuelas y perjuicio estético, ya que «aparte de una cicatriz visible, tiene una limitación funcional que le impide estar de pie de forma continuada y la obliga a acudir de forma ya permanente al uso de ayudas técnicas (dos bastones, un andador, una silla de ruedas y una cama hidráulica), precisando de ayuda para su autocuidado y con la consiguiente pérdida de calidad de vida». Por ello se le asignan 38.382 euros.
CALIDAD DE VIDA. Pero es en el análisis de las reclamaciones relacionadas con la pérdida de calidad de vida, precisamente las más cuestionadas por la aseguradora debido a la avanzada edad y las circunstancias personales de la víctima, en el que la sentencia más se destaca. La jueza atiende para ello el testimonio del perito nombrado por el propio juzgado, el doctor Miguel Alvelo.
Así, valora que «si bien la demandante portaba un bastón para asistirse en la deambulación con anterioridad al siniestro… con posterioridad al atropello ha pasado de una situación de cierta dependencia para la realización de las actividades básicas de su vida diaria (era independiente para aseo, vestido, comida, iba a misa…), a ver cómo ésta se ha alterado de forma visible, precisando no sólo de ayudas técnicas (un segundo bastón, andador, silla de ruedas, cama hidráulica…), sino de ayuda de terceros para las mismas». Además, su hija tuvo que realizar varias modificaciones en la casa para poder asistirla, por lo que la jueza considera que tiene derecho a otros 82.500 euros.
